sábado, 10 de mayo de 2014

HOMBRE, NORMAS, DEGRADACION SOCIAL Y DELITO.-

Dr. Alberto Cafetzóglus
Es bueno recordar que la sociedad humana está constituida por hombres. Parece una perogrullada, y quizá lo sea. Pero hay en la cotidianeidad de la relación con las cosas un fenómeno psicológico de olvido de las estructuras esenciales. El pan que comemos a diario, por ejemplo, es algo para comer y nada más que eso, y queda en el olvido  que está constituido por elementos que vienen de vegetales que se cosechan y se manufacturan para servirlos a la mesa; los individuos con los que nos relacionamos en el día a día, son  personas con los que intercambiamos esto o aquello, de cualquier naturaleza, con la atención prioritariamente puesta en el objeto del intercambio. 

La condición humana, a la que estamos tan acostumbrados como al pan, por presupuesta, queda generalmente en la periferia.-
Y así ocurre que, cuando debemos mantenernos dentro de la necesaria organización social, no se enfoca con la profundidad y rigurosidad que se necesita al protagonista esencial de aquella, que es el hombre. Dejamos que “eso” quede en manos de pequeños círculos de investigación, o de quienes se ponen a querer gobernar, sea ello por mecanismos democráticos o de fuerza, fuerza que puede manifestarse bruta y frontal, o bien disimularse haciéndonos creer que coparticipamos en la forma democrática.-
En cualquiera de éstos dos últimos casos somos “súbditos” aunque en la hipótesis del disimulo no tengamos  una cabal, generalizada, y profunda comprensión de ello.-
Todavía en la ex URSS hay mucha gente que añora el gobierno brutal de Stalin; gran parte de los habitantes de la Alemania de entonces y de  países satélites , se sentían felices de ser manejados y conducidos de modo absoluto por Hitler; y en varias teocracias del Oriente musulmán los jefes ejercen la autoridad total como señores de horca y cuchillo sobre grandes cantidades de población y con pocas resistencias marginadas y acalladas; más cerca tenemos los tremendos fenómenos de Cuba y Venezuela como muestras equivalentes. Y algunos seguidores más “light”.-
Esas sumisiones que complacen a muchos, complacencias sin las cuales probablemente las mismas no habrían sido y no serian posibles, están directamente relacionadas con el hombre y con lo qué es el hombre.-
Sería bueno que cada uno de nosotros, supiésemos lo mas aproximadamente posible qué y cómo somos, para que no haya lugar a pensamientos mágicos que nos induzcan a error, o a planes y practicas encaminadas a explotar nuestras debilidades y apetencias con la deliberada, pero no confesada finalidad de que nos comportemos como ganado.-
Para ello es necesario que nos eduquemos a nosotros mismos, y que prioricemos la necesidad de educar a las generaciones que vienen tras nuestro, primero desde la familia y luego desde las instituciones educativas de todos los grados.
En general nos olvidamos que evolutivamente tenemos tres cerebros: a)-el reptiliano, el primero en antiguedad, el mas animal, dueño de las acciones impensadas tendientes a saciar nuestras necesidades vitales básicas; b)-el límbico, segundo en aparecer, donde están las emociones, miedo, amor, rabia, celos, necesidad de vivir en sociedad, y los recuerdos arrancando desde los más elementales y primitivos; c)-el neocortex o cerebro racional. Este tercero, es el más nuevo en la evolución, de ahí la antelación de la expresión “neo”=nuevo. Aquí se desarrolla la conciencia, la capacidad de controlar las emociones y el desarrollo de las capacidades cognitivas.-
Los dos primeras tienen más que ver con la animalidad, mientras que el tercero podría decirse que es la nota típica de la condición humana.-
En el hombre primitivo o “salvaje” u “homo natura” es obvio que actúan principalmente los dos cerebros mas antiguos. Y como nos recuerda Mira y López, aquel es movido “por los ingentes impulsos de preservación y expansión en su ser, que constituyen los complejos dispositivos defensivo-ofensivos y procreadores vulgarmente conocidos bajo el calificativo de instintos de conservación y de reproducción. Estos se acusan a cada momento en nosotros primero en forma de leves ”deseos”, luego de claras “ganas”, y más tarde, si no son a tiempo satisfechos, de imperiosas e impulsivas “necesidades” de huida, de ataque o de posesión”(Emilio Mira y López “Cuatro Gigantes del Alma”,pag.10,Ed.Lidium,Bs.As.1988).-
Cuando vemos día a día lo que ocurre en el mundo del delito, en todas sus gamas, no nos podemos engañar. No se trata de una “sensación” ni de un ser que ha nacido bueno y la sociedad lo hace malo como se nos ha mentido y se quiere seguir mintiendo, sino de una realidad biológica que se muestra con las más oscuras, primitivas y poderosas fuerzas en acción.-
Esta realidad está en todos nosotros, desde los más humildes a los más poderosos integrantes de la sociedad, abarcativa de gobernantes y gobernados; y por lo tanto resulta que, bajo determinadas circunstancias todos podemos ser delincuentes. (Ese fue el tema-tesis de una película francesa que vi siendo un joven estudiante titulada “Somos todos asesinos”).-
Para que éstas fuerzas  oscuras, primitivas y poderosas no actúen caóticamente en el planeta generando el imperio de aquello de que “el hombre es el lobo del hombre”, es indispensable la existencia de un sistema normativo que sirva o ayude, según expresa Paul Johnson, a “enjaular la bestia”.(“La Historia del Cristianismo”, autor citado,pag.581,Javier Vergara Editor,1991).-
Ese objetivo lo cumple o intenta cumplir ante todo la norma moral. Y si ella no es suficiente, la norma jurídica que prevé sanciones para el acto antijurídico, creando órganos estatales que tienen el monopolio de la fuerza.-
Respecto de la primera dice Alexis Carrel: “La actividad moral es equivalente a la aptitud que el hombre posee para imponerse a si mismo una regla de conducta, para escoger entre varios actos posibles aquellos que él considera buenos para librarse  de su propio egoísmo y de su maldad”.(“La Incógnita del Hombre”, autor citado,pag.140,Joaquin Gil,Editor,Barcelona,1937).-
La Argentina es el reino de la anomia, y esto ha sido señalado y publicitado con precisas observaciones  e inobjetables razonamientos por escritores muy respetables como Nino, y como Mira entre otros.-
Pero hay que apuntar que no solo tiene la culpa el chancho sino quizás en igual o mayor grado quien le da de comer.-
¿A cuántos de los electores que durante décadas y décadas hemos elegido representantes nos interesa como valor primero para decidir nuestro voto, la supremacía del sistema normativo, los valores distintivos entre lo bueno y lo malo visualizando a los candidatos y sus propuestas?
¿No son quizás muchos los que resignan el trabajo y el esfuerzo del ejercicio de la libertad por la preferencia cómoda de entregar el poder al líder, al “jefe”, que por alguna cuestión de pensamiento mágico se considera providencial?¿No se advierte que esa forma de designación estimula al elegido a sentir que puede “ir por todo”?
Tanto en éste acto tan importante y trascendental, como cuando se cruza con el automóvil con la luz roja, o se toma velozmente la banquina para avanzar en una ruta embotellada, como en tantas acciones que priorizan al que las ejecuta en desmedro de sus semejantes, lo primero que está fallando es el sentido moral, sea porque la norma no ha sido elaborada, sea porque despreciándola se la quebranta.-
¿Qué es lo que ha fallado en ésta escalada de amoralidad, de anomia, de antijuridicidad?
Creo que nada mas y nada menos que la educación. Primero la familiar, pues donde se falla dentro de la familia en la formación de valores y de normas de conducta, poco o nada pueden hacer la escuela y las universidades y demás institutos u organismos.-
Y segundo la que está a cargo del Estado, sea por los institutos estatales, sea por los que debe de alguna manera fiscalizar.-
Si en lugar de insuflar valores con contenido ético se enseña ideas que parten de “ismos” perversos generadores de anarquía y de caos, y por tanto facilitadores de la condición de ganado para ser arreado, la supuesta “educación” produce un resultado igualmente perverso que es la antítesis de lo que debe ser.-
Y si mas allá de las tareas específicamente docentes, los que tienen la responsabilidad de dirigir y formar, en todas los grados de la tarea, desde los más superiores a los mas inferiores, (es decir, ”gobernar” tomado el vocablo en sentido amplio),descartan el buen ejemplo por la demagogia, la mentira sistemática, la violencia en todo y los intereses bastardos, es decir, en suma, el hacer a un lado las normas morales y las jurídicas, éste mensaje se inscribe en la capacidad cognitiva del tercer cerebro y el resultado es la amoralidad, la anomia, los modos más o menos anárquicos de la vida social, la corrupción, la violencia y la antijuridicidad en las formas delictuales del Derecho Penal y en las formas extrapenales del resto del sistema de derecho tiñendo nuestras conductas.-
Reconozcamos nuestras realidades y partiendo de ellas encaremos la recuperación a partir de ese reconocimiento. De lo contrario, siempre volveremos a tropezar con la misma piedra.-

Alberto Néstor Cafetzoglus

domingo, 16 de marzo de 2014

SIGUEN LAS REFLEXIONES RELATIVAS AL ANTEPROYECTO

Dr. Alberto Cafetzóglus
He tenido la suerte de hacerme de una copia del Anteproyecto de Código Penal y he comenzado una lectura lo más minuciosa posible para formarme opinión que sea, igualmente, lo más completa posible. Llevará tiempo y me tomaré todo el tiempo que sea necesario, toda vez que la Comisión empezó su trabajo en mayo del año 2012 y lo concluyó en diciembre del 2013, es decir, unos dieciocho meses.-



Sin embargo y hasta que una adecuada asimilación, que indica la prudencia, produzca las conclusiones, una frase pronunciada por el señor Sergio Massa, me disparó la memoria a algo que leí en la Teoría del Delito del Dr.Zaffaroni y que examiné un mi nota anterior.-
En efecto, el señor Massa, según La Nación del 7 de marzo de 2014,había expresado: “…Desde un principio lo que más nos interesó fue que la gente, en ésta etapa, se entere de cuál es la idea que circula por detrás de la reforma del Código Penal….”.-
Y ésta frase, como dije, me disparó la memoria a algo que leí bastantes años atrás en la mencionada obra del Dr.Zaffaroni, su Teoria del Delito, (Ediar,impresa en 1973,y que obra en mi poder desde el año 1974).-
Yá entonces, en mi primera lectura de aquellos años tan críticos subrayé un párrafo incluido en el tema titulado “Dogmatica y legeferenda” en la página 30 del ejemplar.-
Allí se lee, con relación a la tarea del jurista en función proyectista, lo siguiente: “Cuando las valoraciones jurídicas se van apartando de las pautas sociales-peligroso síntoma de la aproximación a una situación de guerra- por lo general  no solo se ataca a la dogmatica…las reformas legales no se hacen cargadas de sentido dogmatico, no son reformas que tienden a facilitar la construcción jurídica para llevar una mayor seguridad a la aplicación del derecho, a la elaboración de una jurisprudencia técnica, sino que son reformas inconsultas, circunstanciales, apresuradas, tendientes a emparchar la ley, que dificultan la elaboración técnica, disminuyendo así la seguridad en la aplicación del derecho….Por supuesto que de legeferenda, cabe preguntarse cómo pueden evitarse las valoraciones jurídicas de las pautas sociales de conducta ante la tremenda complejidad de pautas que surge de la multiplicidad de intra-grupos y especializaciones en la sociedad contemporánea. La respuesta  solo puede consistir en afirmar que una sana política criminal no puede ignorar ésta realidad social y respetar en el grado máximo posible la diversidad de pautas sociales (lo que en las modernas corrientes reformadoras se conoce como política de desincriminación o de “despenalización”)”.-(obra y autor citados,pag.30).-
Sin perjuicio que difícilmente pueda alguien estar en desacuerdo con que es altamente deseable que todas las leyes que se refieran a una materia determinada,(penal, civil, comercial, etc) se reúnan en Códigos que contengan a todas  las que correspondan a la materia de que se trate, a fin de que se hallen en la mayor armonía posible (que es uno de los primeros argumentos de la Comisión para hacer un nuevo Código Penal, el que los sucesivos “emparches” que habría sufrido el Código de 1921 desde entonces a ahora habría generado un desorden normativo importante), se advierte fácilmente una suerte de menosprecio de las “pautas sociales de conducta”, y una tendencia a poner por encima de éstas a las “valoraciones jurídicas” que efectúa el jurista en su gabinete.-
Por eso en mi anterior nota dije que el equiparar estas valoraciones con “hechos” me parecía que es una nota autoritaria porque toda valoración está muy cargada de subjetividad, y porque el jurista en función proyectista, si bien tiene a la vista la dogmatica, solo la roza tangencialmente. En otras palabras, que prevalece en forma importante la subjetividad en aquellas, en igual forma que las que se producen en las pautas sociales de conducta. La única diferencia es que éstas se producen en la calle y en los sentimientos de la gente en la inevitable lucha por la vida, en tanto que aquellas nacen en las cabezas de uno o varios técnicos en la soledad de un gabinete, y en que éstos se atribuyen el actuar en forma supuestamente científica.-
Que la Constitución en el artículo 75 inciso 12 disponga que corresponde al Congreso dictar los códigos que allí se enumeran  “en cuerpos unificados o separados” no implica que el jurista en función proyectista deba menospreciar las valoraciones de la sociedad o “pautas sociales de conducta”. Nadie puede impedir que el Congreso elabore esos cuerpos incorporando las valoraciones que nacen entre la gente de la calle, pues diputados y senadores son representantes, mandatarios, de esa gente que, es depositaria primera de la soberanía, no solo  porque así lo dice la historia  de la ley suprema, sino porque tal principio está expresamente acogido, porejemplo, en el artículo 37 de la misma, según reforma de 1994.-
Que el jurista en función proyectista quiera ser una suerte de tutor del Congreso sobre la base de sus valoraciones de gabinete con la pretensión de blindarlas por el ejercicio de una supuesta ciencia, (que no es más que un mero cálculo de probabilidades según ya se ha visto en la nota anterior), eso sí me parece inconstitucional.-
Cuando el Dr. Zaffaroni  se pregunta cómo puede evitar el jurista proyectista en la actividad de legeferenda a las valoraciones jurídicas de las pautas sociales, atento la “tremenda multiplicidad de intra-grupos y especializaciones de la sociedad contemporánea”, y se contesta que una sana política criminal, para respetar esa “diversidad de pautas sociales”, debe seguir lo que en las modernas corrientes reformadoras se conoce como política “de desincriminación” o de “depenalización”, quizás esté contestando lo que se habría preguntado Massa en La Nación del 7 de marzo del año en curso.-
¿Es esta la idea que se hallaría tras el Anteproyecto de reforma?

Alberto Néstor Cafetzoglus

domingo, 9 de marzo de 2014

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL ANTEPROYECTO DE CODIGO PENAL.-

Dr. Alberto Cafetzóglus
Aun no se ha publicado el anteproyecto de Código Penal redactado por una comisión de juristas y que el Poder Ejecutivo enviaría al Congreso. Quizás alguien diga que no es necesaria la publicación masiva pues es una cuestión muy técnica. 






Sin embargo creo que sería sano que cada ciudadano de a pie, si lo desea, pueda leerlo y formarse opinión, como así que los Colegios de Abogados de todo el país (que como es sabido incluye miembros especializados en Derecho Penal, pero muchos más que ejercen otras ramas del Derecho), expongan a la consideración de todos sus miembros el texto, por un elemental respeto a la condición del abogado, que por serlo, tiene un motivo profesional, amas del que surge de su condición ciudadana, a conocer y opinar sobre un proyectado sistema de ese Derecho que puede modificar una amplia e importante porción del orden jurídico que maneja como operario del mismo.-
Si el artículo 14 de la Constitución Nacional garantiza a todos los habitantes el “publicar sus ideas…sin censura previa”, está implícito el derecho a formar sus ideas; y mal pueden formarse ideas sobre proyectos de instrumentos legales capaces de modificar sus vidas, si no los conocen como proyectos, es decir, antes de que sean leyes sancionadas y por tanto vigentes.-
Obviamente que a mí me ocurre lo que a la generalidad: desconozco el texto del anteproyecto (aunque estoy tratando de hacerme de él), y solo tengo alguna información vía articulistas de grandes diarios, por los que me he anoticiado que se bajarían montos de penas, se eliminaría la reincidencia so pretexto de que ella implicaría sancionar dos veces el mismo delito y se estaría ante un instituto que no sería acorde al derecho penal “de acto” y sí al “de personalidad”, y que en  general estaría presidido por una ideología abolicionista.-
De ser esto así (y conjeturo que existe una gran probabilidad al respecto por varios motivos), es posible efectuar algunas reflexiones que espero sean útiles para ejercer el garantido constitucionalmente derecho humano de ir formándonos idea.-
El Dr. Eugenio Zaffaroni, quizás el más notorio de los integrantes de la comisión que elaboró el anteproyecto, expresa algunos pensamientos sumamente demostrativos de cuestiones que me parecen esenciales, en su libro “Teoría del Delito”(Edit.Ediar.1973).-
Voy a tomar en cuenta el CapituloI, titulado “Notas Metodológicas”.
Allí comienza, con rigor metodológico a explicar en qué consiste la “dogmatica”, a la que considera “método científico (dogmatica)” y dice que “frente a un conjunto de disposiciones legales el jurista se encuentra en la misma situación que el físico: debe tomar los datos, analizarlos (dogmas), establecer las similitudes y diferencias, y reducir lo que opera igual bajo una apariencia pre-analítica de diversidad. Luego debe elaborar una teoría (construcción) en que cada uno de ellos encuentre su ubicación y explicación. Por último debe plantearse hipótesis a efectos de verificar si esa teoría funciona de acuerdo a la totalidad, si no hay elementos que no hallan explicación adecuada o sea, si alguna parte del “todo” la contradice”. A renglón seguido señala  que ésta es la “verificación”, y sintetiza expresando que el jurista debe elaborar un sistema  no contradictorio (no puede haber contradicción con el “todo” de los textos legales ni consigo mismo.)(pags.22 y 23, obra citada).-
El lector se preguntará qué importancia tiene lo citado. Contesto que es fundamental porque toda ésta metodología visualiza la ley vigente, es decir, que es una labor que entre los juristas se denomina de “legedata”, de ley que ya rige y no de ley que se pretende hacer regir.-
Y esto está íntimamente vinculado, según lo expresa más adelante el autor, con el valor del conocimiento humano llamado “científico”, mas aun cuando está referido a un sistema de derecho vigente.-
Así es que continúa expresando Zaffaroni que “Pese a que con la verificación obtenemos la respuesta de que una proposición es verdadera, en ésta como en cualquier otra ciencia nunca obtendremos un grado de certeza absoluto sobre la verdad de la misma. Podemos obtener  un grado de certeza absoluto sobre el valor de “verdad” falso, pero jamás en cuanto al valor de verdad “verdadero” “(pág. 23, obra citada).-
Completa ésta afirmación al expresar, a poco que se sigue en la lectura, que el grado de certeza será cada vez mayor en razón directa al número de ocasiones en que se efectúe la verificación, pero que “no por ello dejará de ser un cálculo de probabilidades”….que “la certeza absoluta la obtendríamos en el infinito. Por ende, el valor de verdad de una construcción dogmatica será siempre un cálculo de probabilidades”.-(pag.23 y 24,obra citada).-
Pese a que desde largo tiempo atrás me he manifestado contrario a las posturas zaffaronianas, me alegra bastante el reconocimiento que hace de que en el terreno de las ciencias en general (y en especial según mi creencia en lo jurídico), las teorías que se elaboran y las supuestas verdades son muy endebles y no pasan de ser meras probabilidades.(seguramente Jenofanes las llamaría “conjeturas”).-
Si esto ocurre con la ley vigente en que el método es fundamentalmente de comparación y de rigor lógico en ella buscando la existencia o ausencia de contradicción, cuanto más ha de ocurrir cuando  se actúa de “legeferenda”, es decir cuando el jurista entra  en “la función de proyectista de ley”, con sentido valorativo “o sea al margen de la ciencia del derecho”.(obra citada,pag.29 y 30).-
Lo valorativo está muy cargado de subjetividad, aun cuando se parta del análisis crítico de la ley vigente (que en mi modo de ver es solo un roce tangencial con la dogmatica).En ese terreno yo puedo creer con el único arbitrio de una pura subjetividad,que el hombre nace bueno y la sociedad lo hace malo, como de igual manera creer lo contrario, que nace mitad ángel y mitad demonio y que ésta última mitad se puede ir neutralizando mediante la educación y un sistema de premios y castigos.-
Así las cosas la afirmación de Zaffaroni de que las valoraciones del jurista en función proyectista pueden  elevar sus proposiciones a “hechos” (pag.30 obra citada) deviene inaceptable en el mero campo de la especulación intelectual, y contiene, en mi opinión, una importante nota autoritaria.-
Esto es lo que ocurre con el anteproyecto que nos ocupa y preocupa: que estaría chocando frontalmente con las creencias de los habitantes del país puesto que, según una encuesta que refiere el Diario Clarín del 9 de marzo de 2014, el 80%  cree que hay que endurecer las penas y en otra, 6 de cada diez personas opina que  no traerá más seguridad. (Diario citado,pag.12).-
Otra cuestión muy preocupante y que ha causado revuelo y resistencia entre mucha gente es que aparentemente el anteproyecto eliminaría la reincidencia. El argumento, como se ha visto al principio, sería que se estaría saliendo del llamado “derecho penal de acto” y el instituto se inscribiría en el “derecho penal de autor” (se pena por lo que es el encausado y no por lo que hizo), amén de que sería violatorio del principio constitucional “non bis in ídem” (no se puede condenar dos veces por el mismo delito).-
Resulta innegable que cuando alguien comete un delito, tras el elemento subjetivo que los tipos requieren para poder hablar de culpabilidad (dolo y culpa básicamente según sea el tipo de delito) hay motivos que integran su subjetividad y que motorizan y están intrínsecamente ligados a aquel.
Disecar el dolo o la culpa separándolos del resto de la subjetividad, de modo de considerarlos asépticamente es construir una ficción contraria a la realidad natural.-
Y así es que Jiménez de Asua cita a Carrara, quien razona que no puede imputarse una segunda vez el anterior delito por el que el reo ya pagó; tampoco puede fundarse en la mayor perversidad de éste pues se entraría en el campo de la Moral y se excedería el Derecho Penal; tampoco aumenta la cantidad del delito; pero la primera pena ha sido insuficiente y esto lo ha demostrado el reo con sus propios actos “esto es con la rotunda prueba de su desprecio por la primera pena”.(autor citado, ”La Ley y el Delito”,pag.536,Ed.Hermes,1959).-
Queda perfectamente claro en el pensamiento del gran maestro Carrara, que cuando el reo ejecuta el segundo hecho, su subjetividad exterioriza que desprecia absolutamente la primera pena sufrida, lo que conlleva un desprecio por el orden jurídico que se la ha impuesto.-
En suma, que en la comisión de ese segundo acto criminoso, ha exteriorizado una nota psicológica, en ese acto, que justifica la aplicación del instituto reincidencia.-
No hay doble juzgamiento, ni derecho penal de autor. Se considera exclusivamente el acto.-

Alberto Néstor Cafetzóglus

domingo, 12 de enero de 2014

DE “ISMOS” Y OTRAS YERBAS LOCAS DE LA VIDA DE LA SOCIEDAD.-

Dr. Alberto Cafetzóglus
Es sabido que  la ideología es un conjunto de ideas de una persona o de un conjunto de ellas, que dice ver las cosas de determinada manera, es decir, ofrece un punto de vista particular sobre la realidad desde el que se enjuicia lo existente. Con ello se esgrime una alternativa que procura acercar el sistema real existente al sistema ideal pretendido. La cuestión ideológica es muy preocupante para alguien que como yo suma, a su condición de ciudadano común, la de abogado que, por lo tanto, cree que la sujeción al Derecho, sustancialmente acorde con lo ético, es el único camino de la convivencia pacífica y de la ruta al mejoramiento humano.-

Consecuentemente creo que los “ismos” y otras yerbas locas de la política, deben ser analizadas en consciencia para poder hacer catarsis de ellas, paso indispensable para que se tome de una vez el buen camino, teniendo en cuenta que la aplicación funcional del Derecho en uno de los poderes de la aspiración republicana, no es un compartimiento estanco, sino que está íntimamente interrelacionada con todo el funcionamiento de la sociedad.-
Así las cosas, es del caso comenzar a profundizar el tema de la ideología, sus derivaciones y sus consecuencias.-
El origen del conjunto de ideas mencionado al principio, se ubica en determinada corriente filosófica, y suele asumir una versión muy simplificada y distorsionada, por falsa creencia, de la filosofía original.-
Así la ideología, suele por regla asumir un carácter insincero cuando el  pensamiento filosóficamente primo se distorsiona y  se convierte en “ismo”.-
En esa distorsión habita el interés personal acorde a necesidades que sustentan socialmente ese pensamiento. Y también por regla se disocia de la realidad porque la manipula apuntando al propio interés.-
Así entonces el “ismo” debe analizarse centrándose más en su lógica degradada que en la filosofía original.-
Cualquier ideología se ve a sí misma como depositaria de las ideas que pueden resolver cualquier problema de la sociedad, presente o futuro, lo que las convierte en algo dogmatico, pues se cierra en si misma respecto de las ideas de los demás.(Síntesis de conceptos básicos extraída de Enciclopedia Wikipedia, de Google).-
Puntualizados los conceptos básicos que anteceden, es posible desarrollar las conclusiones ínsitas en el título de éste artículo.-
Es materia central del mismo el ideologismo del terrorismo setentista porque, como es sabido no solo generó una guerra civil sino que, a partir del gobierno constitucional presidido por Cámpora, y luego por Perón, intentó introducirse dentro del orden constitucional para subvertirlo desde su interior previo colocarse en una  posición de izquierda, aparentemente democrática, dentro del movimiento peronista. (Perón denominó a eso “entrismo”). Si bien tal tentativa se frustró provocando la plenitud de la guerra, concluido el llamado Proceso y vueltos los gobiernos constitucionales, de alguna manera el llamado “entrismo” por el difunto General fue teniendo crecientes grados de éxito.-
Creo que es innegable que todos los grupos armados terroristas que desde los años sesenta en adelante actuaron, más allá de supuestas diferencias de sus ideologismos y de cuestiones relativas a lo táctico, apuntaban a establecer en la Argentina un Estado marxista.-
Quizás dentro de los matices, prevaleció el modelo de la Cuba de los Castro y de Guevara, con su pretensión de exportarlo a otros países, especialmente de Latinoamérica, y particularmente aquí, a la Argentina.
La metodología principal fue la violencia armada, abierta, declarada y ejecutada diariamente.-
Pero, visualizando que el peronismo, en palabras de su propio jefe y fundador, fue desde sus comienzos, ante todo un Movimiento, abarcador desde la izquierda a la derecha, se concibió la idea del “entrismo”, es decir, actuar dentro del mismo y hacer de Perón el jefe revolucionario de la idea marxista a fin de implantarla desde el importantísimo polo de poder que él representaba.-
Pero erraron en el análisis de las convicciones de Perón que no tenían nada que ver con el marxismo; fueron echados de la Plaza de Mayo, con lo que fue archivada la idea de la metodología del “entrismo”, y se retomó la lucha armada con máxima violencia, ésta vez contra un gobierno constitucional que ordenó a sus FFAA la eliminación de las fuerzas terroristas.-
La actividad militar contraterrorista en pos de ese objetivo se desarrolló exitosamente por el gobierno constitucional hasta principios de 1976, y luego de ese momento, también exitosamente por las FFAA que de hecho se hicieron cargo del gobierno del país.-
La guerra contra el terrorismo fue finalmente ganada. Pero es de destacar que, cuando la principal fuerza terrorista, Montoneros, que quedaba con una cierta operatividad residual fue consciente de la derrota en el terreno militar, desempolvaron un “entrismo” aggiornado, pactando con el ex jefe de la Armada y ex integrante de la Junta Militar, Emilio Massera. (Ver “Montoneros, Soldados de Massera”, de Carlos A.Manfroni, Ed.Sudamericana, 2012).-
En ése “entrismo” aggiornado, pareciera que por el lado de Massera su motivación fue su enorme ambición de poder: quería ser el nuevo Perón, para lo que habría jugado cartas de todo tipo. Por el lado de Montoneros habría prevalecido el móvil de entrar en el poder si Massera lograba ganar las próximas elecciones, quizás para salvar algo del desastre, y quizás para gozar de las mieles de ese poder que vendría, polifacéticas y abarcativas de todo lo que se imaginaba como gratificante. En éste punto, pareciera que el interés personal se hizo mucho mas bastardo de lo que pudo haber sido originalmente y la manipulación de la realidad habría alcanzado un muy alto grado.-
Los sueños de poder dentro de lo constitucional de Massera, es sabido que no prosperaron, pero el “entrismo” subsistió, como se verá.-
Varios personajes que militaron principalmente en Montoneros se ubicaron en puestos gubernamentales mostrando apariencias democráticas y de respeto al sistema de Derecho, fenómeno que ocurrió desde 1983 hasta el presente.-
Esto se acentuó en los gobiernos kirchneristas con la particularidad de que el “entrismo” fue fomentado por aquellos personajes  con indiscutible militancia en el terrorismo de los setenta ocuparon importantes cargos  públicos; se exaltó la ostentación de los derechos humanos (eso sí, en forma sesgada como se demuestra por el incumplimiento del Estatuto de Roma); se llenó de beneficios a una fracción de Madres de Plaza de Mayo y de Abuelas de Plaza de Mayo; se indemnizó a los ex terroristas; se exaltó a figuras del ideologismo terrorista como Guevara haciéndolas aparecer como supuestos héroes; a quien disintiese se lo trató como enemigo negando de hecho la realidad de que esas personas constituyen más del cuarenta por ciento del electorado; se impuso una metodología legislativa de no dialogo con la oposición; se puso en marcha una actividad permanente de manejar al Poder Judicial. Para ello se usaron todos los medios, incluso generar dentro de él una parcialidad adherente al “ismo” gobernante; se pretende cambiar la legislación civil y penal inyectándolas del mismo “ismo”; la economía va siendo estatizada cada vez mas conforme al fracasado modelo soviético; las FFAA y las FF de Seguridad fueron sistemáticamente descalificadas y pauperizadas; la educación pública fue degradada en forma sistemática convirtiéndola en la antítesis de aquella que nos distinguiera con orgullo entre las naciones; se creó un clientelismo asalariado que asegura el voto y que acrecienta acentuadamente la pobreza y la no inclusión; se estrechó amistades internacionales con naciones de “ismos” terroristas en tanto se renegó (al menos en el discurso) de las que están en la vereda de enfrente de aquellas; en materia de seguridad, todo el aparato fue insuflado cada vez mas y sin pausa del progresismo que apunta al abolicionismo, dos “ismos” nefastos que aupan al delincuente y desprotegen a la gran mayoría de los habitantes que no lo son. Esto ha generado, entre otras calamidades que el país haya pasado de ser de un lugar de tránsito de drogas prohibidas, a uno de recepción, fabricación, exportación y alto consumo de las mismas, con instalación de cárteles, mafias, y altos índices de corrupción; luego del sistemático destrato a FFAA y de Seguridad hoy se ha logrado que el Jefe del Ejercito proclame sin el menor rubor que quiere y trabaja por lograr que la fuerza armada forme parte del proyecto del gobierno. No es necesario mayor reflexión para entender que se pretende que salga de su deber legal, que consiste en la defensa de todos sus mandantes, que son la totalidad del pueblo del país, para asumir la del aparente “ismo” de la parcialidad del gobierno. Es de tener muy presente el muy trágico precedente histórico de Hitler obteniendo que todas las fuerzas armadas de Alemania le prestaran juramento de lealtad a él. También hay que tener muy presente en qué terminó esa adhesión al  “ismo” nazi que aquel encarnaba como su máxima expresión; finalmente y para no seguir con una larga casuística, se ha logrado, en resumen la destrucción moral  del país, cosa que luminosamente ha explicado Carlos Mira.(Ver su artículo titulado “La Destrucción Moral”, por Carlos Mira, que ha circulado recientemente. Fuente: thepostarg.com).-
Vistos los productos que se describen y enumeran arriba, es mi creencia que quienes perdieron la guerra con las armas en la mano, lograron mediante el “entrismo” salirse con la suya, desde que desde gobiernos constitucionales fueron induciendo, cada vez más, su ideologismo. Este logro se manifestó en su máxima expresión en la última década tras el discurso del “relato”, expresado fervorosamente por quienes, es curioso, durante la guerra no estuvieron con las armas en la mano sino ejerciendo lucrativamente la abogacía y el comercio en el lejano sur.-
La actividad lucrativa se habría mantenido paralelamente al ejercicio de la función pública, comprendiendo además a una pluralidad de colaboradores y demás personas vinculadas.-
A la vista de todo esto parecería que en el “ismo” del relato el carácter insincero se habría acentuado intensamente. Y que todas las manifestaciones consecuentes de carácter negativo exteriorizan con toda claridad el uso de la lógica degradada en forma sistemática.-
De igual forma que el obcecado cerramiento en sí mismo, que genera enemigos donde no los hay y que impide el dialogo constructivo, es otra marca indeleble que tipifica el “ismo”.-
Las otras “yerbas” locas que se anticipan en el titulo son las consecuencias del “ismo”, cualquiera sea éste. En el que se ha visto aquí, se exteriorizan en las acciones ejecutadas que se han enumerado arriba.-
Pero además, en mi humilde modo de ver, hay algo que permite hablar de locura, tomado el término no en el sentido estricto de la psiquiatría sino en sentido amplio. Esta “locura” consiste en perder de vista la limitación del pensamiento humano. La limitación se da porque el mismo, en su naturaleza intrínseca está formado por conjeturas que, si bien algunas se comprueban experimentalmente, muchísimas no; y además en que ese pensar, ese conjeturar, si bien se extiende permanentemente, desplaza las incógnitas primera y última de la vida sin resolverlas jamás.-
Los “ismos” carecen absolutamente de la consciencia de esa tremenda limitación del pensamiento, y contrariándola lo exaltan totalmente con  absoluta soberbia, soberbia que desde el Génesis viene siendo señalada. Aunque sus creadores e instrumentadores posiblemente no tengan consciencia de ello, pareciera que todos tienen algo de solipsismo, postura que niega la realidad del universo circundante y afirma la existencia única del sujeto pensante y sus representaciones.-
Pensar nos es indispensable a los humanos para manejarnos a través de la vida lo mejor posible. Pero crear dogmatismos que pretenden imponerse al otro de una u otra manera acallándolo y sometiéndolo, es la equivocación mayor. Y sin embargo, la Humanidad a lo largo de su historia, siempre ha tropezado con la misma piedra.-
Hagamos pues catarsis para desembarazarnos de esa persistente locura.-

Alberto Néstor Cafetzóglus

viernes, 15 de noviembre de 2013

LA CUESTION DE LA LEY DE DERRIBO

Dr. Alberto Cafetzóglus
Como consecuencia de que tanto la Iglesia Católica como la Corte Suprema de Justicia de la Nación han expuesto la extrema gravedad del narcotráfico, el Gobierno ha salido a tratar de demostrar que se ocupa con eficacia del tema a fin de no quedar descolocado ante la opinión pública nacional, y, por añadidura, ante la opinión de organismos internacionales.-




Y así resulta que el Ministro de Seguridad Puricelli no ha podido menos que decir que la presión del narcotráfico es muy grande y muy fuerte y que la frontera es permeable, teniendo en cuenta que es muy extensa.-
Hablando de la radarización dice que la que se habría organizado habría sido la más exitosa en los últimos 40 años. Finalmente se refiere a la lucha aérea contra el narcotráfico oponiéndose a la ley de derribo, cuya ausencia, en mi opinión, constituye una enorme omisión, lo que he afirmado reiteradamente en plurales notas y artículos.-
Expresa La Nación de hoy, 15/11/2013 que tanto el Gobernador de Córdoba de la Sota, como los diputados electos De Narváez y Massa y el legislador Julián Obiglio consideran a la eventual ley de derribo una medida efectiva  en la lucha contra el narcotráfico.(fuente citada,pag.19).-
Aparte del ministro Puricelli, cita la fuente mencionada, que concurren a apoyar a éste también oponiéndose a la eventual sanción de una ley de derribo el ministro de Justicia Alak y el de Defensa, Rossi.-
El primero ensaya un fundamento diciendo “nuestro país no prevé la pena de muerte”; el segundo, en igual tentativa dice que “Esto significaría aplicar la pena de muerte sin juicio previo”.(fuente citada,pag.19).-
Llama la atención  que se incurra en confusiones conceptuales de tamaña envergadura. La pena presupone una ley que describe una conducta delictual: la adecuación de la conducta del autor a esa descripción típica, trae como consecuencia la aplicación de una pena, que también está prevista en la ley penal, enlazando la misma a cada una de las conductas típicas que aquella describe.-
El derribo de una aeronave no implica necesariamente la muerte de quien la pilotea. Viene precedido de intimaciones que efectúa la aeronave militar encargada de custodiar el espacio aéreo nacional para que aterrice en determinado lugar que se le indica; si la aeronave intrusa no obedece, ésta puede efectuar salvas intimidatorias de igual forma que en el mar barcos artillados de Prefectura, alguna vez han disparado delante de la proa de una embarcación que ha violado el mar territorial y que ha desobedecido la orden de detenerse.-
La ley de derribo es ante todo la regulación de cómo debe actuar una aeronave militar para hacer cesar el vuelo de una aeronave intrusa que ha penetrado ilícitamente en el espacio aéreo nacional. Es pues ante todo una ley procedimental.-
¿Y qué ocurre si la aeronave militar debe disparar contra la aeronave intrusa porque la desobediencia de ésta  coloca a la primera en la necesidad de dispararle como única forma de hacer cesar el vuelo ilegal?
Para contestar ésta pregunta es necesario entrar en el plano de los valores jurídicos, presentes en todo el sistema de derecho, y especialmente contenidos en las normas ínsitas en los tipos de las leyes penales, como así en las causas de no punibilidad.-
Supongamos que el piloto de la aeronave militar tiene indicios vehementes que, sea porque ha sido informado por un adecuado servicio de inteligencia que de antemano le haga llegar datos, (obviamente una inteligencia que trabaje permanentemente en el tema en lugar de ocupar tiempo, esfuerzo, tecnología y dinero en chimenteríos de baja política es condictio sine qua non), o por alguna otra fuente de conocimiento, que la aeronave intrusa porta bombas para hacerlas caer en determinado lugar, o está artillada para efectuar disparos en cierto sitio.-
Esto no implica que si ocurre el ataque intruso necesariamente habrá muertos o heridos. El piloto militar no tiene certeza de éste posible resultado. Pero existe la posibilidad bastante aproximada a la probabilidad de que tal cosa ocurra.-
Regirían dos principios fundamentales que harían desaparecer toda antijuridicidad que se quisiera invocar: el inciso 3 del art.34 del Código Penal (estado de necesidad), y el inciso 7 del mismo precepto, en función del inciso 6 (legítima defensa de terceros que en definitiva también se nutre del estado de necesidad). Con respecto a la legítima defensa, reiterada y uniforme doctrina judicial y extrajudicial expresa que no solo es represiva sino también preventiva: si alguien me apunta con un arma con intención de dispararme, no tengo que esperar que lo haga para disparar a mi vez. Por eso el Código Penal cuando la define en el apartado b)- del inciso 6 habla de que el medio empleado se use para “impedir o repeler” la agresión ilegitima. ”Impedir” es un vocablo que está dando clara y expresamente el carácter preventivo.-
Si nos salimos del ejemplo hipotético puesto más arriba y vamos a lo que ocurre habitualmente con el ingreso de aeronaves que traen droga, principalmente a través de la frontera norte, se plantea el evaluar el daño que con ello se causa, que deja de ser potencial para adquirir grado de certeza: esa droga será introducida en el organismo de miles de habitantes  de la Argentina, enfermándolos y causándoles adicciones y lesiones irreversibles, no respetando edades, con aumento de comisión de delitos, violencia delictiva, alimento de mafias que crecen como canceres y que generan corrupción en organismos del Estado, se disputan territorios a balazos, y cometen asesinatos, estimulando otros delitos mafiosos como el tráfico de armas y la trata de personas.- La dimensión de daños antijurídicos es tan enorme que pone en  peligro la existencia misma de la Nación. Esto último que digo en absoluto es una exageración. Para no tenerlo por tal, bastará al lector recordar la Guerra del Opio en China, a fines del siglo XIX en que los productores de opio de las plantaciones del norte de la India, entonces colonia británica, destruían sistemáticamente los cerebros de la población china envenenándolos con la droga; cuando el gobierno chino prohibió la importación del opio, los cañones de los traficantes, amparados por Gran Bretaña, mantuvieron abierto el mercado de consumo chino degradando cada vez más, de ésta forma, la capacidad de trabajo y eventual resistencia de la nación china.-
Si se compara el daño que puede causar el derribo de un avión que viola el espacio aéreo argentino cargado de drogas, con la enormidad de los daños que el tráfico de las mismas causa, real actual, y no potencialmente a la Argentina, no cabe la menor duda que el accionar de los pilotos militares argentinos encuadraría en los institutos que he señalado arriba del estado de necesidad y de la legitima defensa que trae el Código Penal.-
Así las cosas, los argumentos que se intentan en contra de la sanción de la ley de derribo, los considero absolutamente inaceptables.-

Alberto Néstor Cafetzoglus        

jueves, 31 de octubre de 2013

LO QUE TENEMOS POR DELANTE

Dr. Alberto Cafetzóglus
Se han llevado a cabo las elecciones donde se eligieron, en renovación  parcial de los respectivos organismos, legisladores a nivel nacional, provincial y municipal.-







Provoca alguna alegría que el 70% de los votantes del padrón nacional se haya manifestado contra el cristinismo y su proyecto estalinista de concentración permanente de poder, de enriquecimiento de amigos, y de mantener el empobrecimiento con fines clientelares de los menos afortunados. Pero, me pregunto, los que  votamos en contra de ese “vamos por todo”, ¿podemos darnos por satisfechos y quedarnos tranquilos? 
He escuchado discursos de distintos candidatos de la oposición, hoy ganadores y electos para los cargos que se postularon. Palabras de esperanza de restauración de la Republica y del derecho basado en la supremacía constitucional. Y en medio de todo eso se me cruzó un ramalazo de miedo   y una dosis de escepticismo. No son totales ni embargan mi espíritu, pero sí son como una nube que aparece y tapa parcialmente el sol, como diciéndome que es bueno tener esperanza y trabajar intentando un futuro mejor y libre de esperpentos, pero que también hay que ser muy realista y objetivo.-  
Para no perder de vista el realismo y la más cruda objetividad, ante todo creo que hay que tener muy presente lo que para mí es una grande y elemental   verdad que con filoso humor señaló el  humorista español Enrique Jardiel Poncela en su inolvidable libro titulado “La tourneé de Dios” y según la cual el egoísmo es una de las facultades del alma.(obra citada,pag.61,Biblioteca Nueva,2005).-
Si, los seres humanos en la generalidad de la norma somos egoístas. El egoísmo tiene que ver directa e inmediatamente con el instinto de conservación. Queremos sobrevivir, y lo queremos de la mejor manera, y como dijera Jean Rostand, ante la inevitabilidad de la muerte, se la enfrenta con una menor repugnancia cuando se ha confiado la continuidad de la vida de uno, a otros seres que  de alguna manera nos continuaran.-
También es cierto que como no podemos vivir en soledad porque somos seres sociales, el egoísmo está relativamente limitado y contenido en tanto imperen condiciones que preserven los objetivos del mismo, porque en tal caso, percibimos que la limitación es útil, porque sirve para excluir la anarquía, la disolución social y la violencia que siempre encaminan a pequeñas o grandes guerras interiores y/o a guerras internacionales, es decir, a desastres colectivos y por tanto individuales. En el último gran drama en el mundo, mueren los sirios y sus hijos y sus nietos, con lo que hasta la ilusión de dejar tras la muerte alguien que los suceda desaparece.-
La Historia de la humanidad es la gran e incontestable testigo de lo que acabo de decir.-
Cuando las condiciones de vida de  los hombres se hacen insatisfactorias, o en la subjetividad de uno o algunos las ambiciones las sobrepasan, las limitaciones al egoísmo van cobrando grados de debilidad y se hacen sumamente endebles o directamente desparecen y aquél surge en la superficie en su forma pura y más animal, como sucede en la erupción de un volcán. Por eso dijo con gran acierto José Ingenieros que la guerra no es otra cosa que la vida llevada al paroxismo.-
Vivir en sociedad pues, no es en absoluto tarea fácil, ni por causa de los gobernantes ni por causa de los gobernados.-
Y ello es así por la sencilla razón de que, en éste mundo, cada uno, que es en sí un egoísmo (con excepción de héroes y de mártires),está rodeado de millones de egoísmos.-
Para que se den y se preserven las condiciones que limiten razonablemente el egoísmo y sea posible la vida en sociedad, la Argentina, como otros muchos países, se ha dado un pacto político y moral que es la Constitución Nacional, a partir de la cual se genera (o debería generarse),todo el restante sistema de Derecho.
Esas condiciones están sintetizadas en el Preámbulo: unión nacional, justicia, paz interior, defensa común, bienestar general y libertad para todos los habitantes y para su posteridad.-
Toda la Constitución a través de su articulado organiza la Democracia, la Republica constituida por tres Poderes que deben ser pares entre sí, y la forma federal.-
Pero es necesario entender y comprender que la Constitución Nacional y todos sus consecuentes son un pensamiento, como se ha dicho, político y moral, que es menester mantener vivo con la adhesión activa de todos, o de los más posibles. Si ésta adhesión activa no se dá, permanentemente, aquella es letra muerta.-
Y esto es así porque el egoísmo de nosotros constituye una fuerza que cotidianamente determina que gobernantes y gobernados, con distintas medidas de gravedad, violen el sistema de Derecho que genera la Constitución. Y éste fenómeno también es una verdad que debe ser reconocida con el máximo realismo y la mayor objetividad.-
El hombre que mata con dolo o culpa a otro, está violando el sistema de Derecho y por ende el pacto político y moral que representa la Constitución.-
El gobernante que no cumple sus  deberes constitucionales y legales, por acción o por omisión, sea en forma abierta y descarada, o bien desarrollando una apariencia mañosa y fraudulenta de cumplimiento, está atentando también contra el pacto político y moral que representa la Constitución. Y, al igual que el hombre que mata con dolo o con culpa, si se dan además los elementos típicos de figuras penales, está cometiendo delitos. Y los que le prestan ayuda, sean gobernantes o no, son cómplices.-
Que el ser humano delinca es un fenómeno inevitable, porque la ambición desmedida de riqueza o de poder, entre otras muchas cosas contrarias al bienestar general, forman parte de la estructura del egoísmo.-Del inevitable egoísmo que irrumpe en la superficie porque las condiciones para la supervivencia tornan a ésta imposible o bastante dificil, o porque patologías de la psiquis convierten a aquel en un monstruo, en una Gorgona plagada su cabeza de innumerables serpientes de apetencias de todo tipo a satisfacer de cualquier manera.-
Debemos contar con ésta realidad. Todos. Gobernantes y gobernados. Y actuar en consecuencia. Porque lo que no nos podemos permitir es mirar al costado y banalizar la anomia y la impunidad aceptándola como algo natural e inevitable.-
Porque ese mirar para el costado y no dar mayor importancia a los incumplimientos de nuestros mandatarios en la función pública, es un mal generalizado entre nosotros. Mayormente creemos que emitido el voto nos podemos desentender de qué es lo que hacen los que hemos elegido, y eso nos hace cómplices tomando la palabra en sentido amplio.-
Hacerse de cultura política por parte del ciudadano de a pie, consiste en asumir una actitud vigilante respecto de los funcionarios, y, constatada la mera hipótesis de un incumplimiento de los deberes legales, atacarla con todos los medios que el sistema de Derecho pone a nuestra disposición.-
Pero resulta que para asumir esa necesaria actitud de ataque, lo primero y “condictio sine qua non”, consiste en no tener actitud de rebaño, ser hombres libres, pensantes y conscientes que si bien ésas aptitudes potencialmente son dones de Dios, hay que asumirlas y trabajarlas  permanentemente. La primera vigilancia pues, es de cada uno de nosotros y respecto de nosotros mismos.-
Así será necesario tener en cuenta día a día y minuto a minuto la máxima que nos indica que es necesario prosternarse ante la ley para no tener que hacerlo ante la voluntad de los tiranos.-
Es necesario distinguir entre el dirigente que se coloca delante  de la multitud para servir y el conductor demagogo que huele las debilidades y pasiones de los integrantes de aquella y las explota a fin de obtener el máximo poder de ser seguido ciegamente. A éste último no le interesa servir sino ser servido. Y los que le siguen no son sus iguales sino sus inferiores a los que no conduce sino a los que manda y ordena, miente y defrauda.-
En alguna estructura de monarquía electiva existía la formula ritual de los barones que expresaban a quien elegían para que los dirigiese: ”Nos, que somos  iguales a Vos, y que juntos somos más que Vos, te elegimos Rey”.-
Esta es la forma democrática  básica que los ciudadanos debemos actuar por derecho, y desechar con repugnancia toda otra que rompa, abierta o encubiertamente el principio de igualdad.-
Importantes estudiosos creen que psicológicamente, quizás en lo más profundo del inconsciente, el hombre prefiere al jefe absoluto que lo manda y seguirlo ciegamente, a la incomodidad y a la responsabilidad de pensar y decidir en el ejercicio de la condición de ser libre.-
Es así que aparecen los que organizan el ejercicio del poder creyendo que el Gobierno es de ellos y no de los ciudadanos electores; que no deben dialogar con los otros, a los que desprecian e ignoran; que los que no los votaron y los que no obedecen ciegamente sus órdenes son enemigos y traidores; tales “gobernantes” dividen permanentemente a la sociedad porque siempre hay que atacar a alguien.-
La Argentina viene de haber vivido desde la independencia a la fecha muchas de estas calamidades, especialmente en los últimos años. Enumerarlas puntual y cronológicamente sería una larga tarea, que demandaría mucho tiempo y trabajo. Por lo demás la población de la Argentina las ha conocido y conoce en el día a día.-
Basta una enumeración sintética de las principales, teniendo como guía los valores esencialísimos contenidos en el Preámbulo de la Constitución Nacional.-
Unión nacional. Se ha apuntado sistemáticamente a la división. A los que pensaban y piensan distinto que el Gobierno se nos ha considerado enemigos.
Justicia. Se ha apuntado a dominarla y, logrando una parcialidad adicta dentro de ella, se la ha utilizado, con diversa suerte, como instrumento de persecución y de venganza. Hubo apropiación de los derechos humanos para reescribir torcida y falsamente la guerra civil vivida en la década del setenta; y venganza mediante una interpretación sesgada e ilegal del Estatuto de Roma. Los beneficios del artículo 10 del Código Penal según ley 26472, por lo general no fueron concedidos a quienes combatieron desde las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Con doctrina judicial de mala dialéctica de hecho se derogaron los principios elementales del Derecho Penal de la ley anterior al hecho del proceso, y de la prohibición de aplicarla retroactivamente. Igualmente se hizo a un lado el principio de legalidad. (artículos 18 y 19 de la Constitución Nacional).-
Un “garantismo” encubridor de una intención abolicionista, envenenó las leyes penales sustantivas y adjetivas en beneficio de los autores de los delitos y en perjuicio de las víctimas. El grotesco “Vatayon Militante” fue el espectáculo más vergonzoso generado por aquél “ismo”.-
Paz interior. Las fuerzas de seguridad fueron purgadas en uso de ideologías enemigas convertidas en ideologismos. De esa forma se les restó toda eficiencia. Y para minimizar el explosivo aumento de la criminalidad se nos dijo sistemáticamente que la inseguridad era una mera “sensación”. Esta “teoría” de la “sensación” fue sostenida  a cara descubierta por los funcionarios, hasta hace muy poco tiempo, en que algunos, para que no se les cayese la cara, terminaron reconociendo que la tal sensación en realidad era inexistente, y que la inseguridad era una tremenda realidad.-
Defensa común. Las Fuerzas Armadas fueron y son objeto de descalificación mediante un ideologismo silenciosamente repleto de odio. Virtualmente se hallan desarmadas, con buques que se hunden en puerto, aviones que no vuelan, municiones que no existen, o si existen lo son en cantidades mínimas. Se nos ha pretendido convencer con el disparate de  que no existen hipótesis de conflicto pese a que estamos rodeados de países con Fuerzas Armadas sumamente poderosas y que, en el Atlántico Sur, a pocos kilómetros de nuestras costas, se halla instalada la poderosísima fortaleza de Malvinas que preserva un máximo sentimiento hostil con muy potentes y modernísimas armas. Además, ésta fortaleza representa  en nuestras narices la muy antigua y tradicional mirada codiciosa de Gran Bretaña sobre nuestros elementos y materiales estratégicos y nuestra posesión de territorios antárticos.
Agravando la situación, en una actitud esquizofrénica, en el plano internacional nos aislamos de Occidente, firmamos un inconcebible pacto con el país de la más peligrosa teocracia musulmana, y nos aliamos con la Venezuela donde habita el espectro del “pajarito chiquitico”, y con la Cuba que adiestró y exportó el terrorismo guerrillero que nos sumió en una guerra civil.-
Bienestar general. Cada vez hay más pobres, menos educación, mas exclusión social y una inflación imparable que ha llevado el costo del kilo de pan (¡del pan, nada menos!) a 20 pesos. La economía se rige por caprichos prepotentes que hacen desaparecer fuentes de trabajo y reducen las exportaciones, en tanto la riqueza se concentra en pocas manos amigas de quienes gobiernan. Existe un costosísimo déficit energético y las inversiones de capital huyen como de la peste. Para ello el Congreso ha delegado en el Ejecutivo el manejo de la economía mediante decretos de necesidad y urgencia en situaciones en que éstas no existían y forzando groseramente las hipótesis constitucionales; de esa forma nuestras economías individuales han quedado en manos de facultades extraordinarias y aquél otorgante se ha subsumido en el artículo 29 de la Constitución Nacional.-
Beneficios de la libertad. Se ha confundido libertad con libertinaje. Libertinaje que permite alegremente cortes de calles y rutas que generan colosales embotellamientos, atentados sacrílegos a los templos. Se ha instalado el narcotráfico a gran escala. Las fronteras, especialmente la Norte es una criba por la que penetran desde el extranjero las avionetas descargando desde el aire la droga hasta en la parte Norte de la Provincia de Buenos Aires. No existen radares adecuados y eficaces, ni ley de derribo, ni aviones más o menos viables que taponen la criba. En tanto se ha sacado  a la Gendarmería de sus funciones específicas en esas fronteras para colocarla teatralmente en los centros muy poblados como para hacer creer que así se aumenta la seguridad; sustitutivamente se ha enviado mínimas cantidades de tropas del Ejército a cumplir tareas que por ley les están prohibidas. En tanto la ciudadanía está presa, en sus casas o en la calle, del miedo que genera la inseguridad. No es el pueblo argentino y los demás habitantes los que tienen los beneficios de la libertad. No. Esos beneficios están reservados a los delincuentes, especialmente a los narcotraficantes, a los tratantes de mujeres y niños y a los traficantes de armas.-
Las palabras de esperanza que he escuchado de los candidatos que han resultado victoriosos en las elecciones, para que hagan que aquella se concrete en realidades, requieren, ante todo una actitud activa y vigilante de los electores, permanentemente requirente; y  en forma simultanea que las cuestiones brevemente sintetizadas y por todos conocidas, se traten y se resuelvan sin “ismos”, mediante acuerdos donde se priorice el análisis honesto de la realidad con una ética de servicio al prójimo, queriendo siempre que no sea “para mal de ninguno, sino para bien de todos”.-
Si no es así, creo sinceramente que una vez más, la esperanza concluirá en frustración y en desesperanza.-
Que Dios nos ayude.-

Alberto Néstor Cafetzoglus      


martes, 10 de septiembre de 2013

LA INIMPUTABILIDAD DE LOS MENORES

Dr Alberto Cafetzóglus
Ahora resulta que  desde las filas del kirchnerismo ha surgido la propuesta de bajar la inimputabilidad de los menores al piso de los catorce años. Llama la atención que luego de años de férrea oposición dogmática al tema, luego del tremendo castigo electoral sufrido por el oficialismo el 11/8/2013 hoy se salga con esto. Pareciera que es un intento mas de remontar  la cuesta para las elecciones de octubre, sobre todo si se tiene en cuenta que hubo en el Congreso Nacional proyectos que terminaron perdiendo estado parlamentario.-

Inmediatamente se ha desatado una furiosa disputa principalmente en las filas del kirchnerismo, lo que  afianza  la convicción de que estamos en presencia de algo que tiene fines electorales.

Convendría por tanto hacer algunas aclaraciones:
La primera, que resolver semejante cuestión no es soplar y hacer botellas. Es sumamente compleja, creo que debe tratarse como una cuestión de Estado abierta a un amplio debate público, como así que es necesario bajar al mínimo la emocionalidad, erradicar intereses de segunda, y lograr la máxima objetividad en aras del bien común.
Segundo, que convendría hacer algunas precisiones. La más importante es que quede claro que si se baja el piso, ello no significa  que automáticamente el menor que pueda ser condenado vaya automáticamente a la cárcel común y a sufrir penas de naturaleza común.
Ser imputable es tener capacidad para comprender la criminalidad del acto (esfera intelectiva) y para dirigir las acciones (esfera volitiva). (art.34 inciso 1 del Código Penal).-
El piso legal implica lo que se llama una presunción “iuris et de iure” ,es decir, que no admite prueba en contrario, de que el sujeto sí tiene capacidad de comprender, y capacidad de dirigir sus acciones.-
Por encima del piso legal, el primer efecto consiste en que el sujeto puede ser sometido a juicio, juicio en el que, como en cualquier otro, puede terminar absuelto o condenado.-
En éste posible y eventual juicio se puede intentar la demostración de que al sujeto le falta la capacidad  penal, sea por afectación de la esfera intelectiva, sea por la de la esfera volitiva, sea por la de ambas, en cuyo caso se lo desvinculará del proceso.-
Otra cuestión importante, según yo creo, es que en éste juicio la prueba debe ser amplísima abarcando cuestiones que tienen que ver hasta con como se nutrió desde el comienzo de la vida, cómo lo afectó la interacción con el conglomerado social circundante, la afectación de la droga si la hubo, si creció en una familia desarticulada o no, violenta o no, si sufrió pobreza, o miseria, marginación cultural, qué enfermedades padeció y que secuelas dejaron en su caso, si cursó los ciclos de educación correspondientes completos o no, y en general el análisis de todos los factores que hicieron a su evolución desde el vientre materno hasta la instancia del proceso. En ésta evaluación, donde las autoridades judiciales deben usar profusamente los análisis de los profesionales de toda ciencia o técnica que sea necesaria, todos deben tener como norte el valor jurídico superior del interés del menor.-
En caso de condena la pena debe ser realmente terapéutica. No solo de manera declamada como se suele hacer generalmente por doctrinas penales para cualquier condenado, sino real y profundamente terapéutica, lo que implica intentar neutralizar las causas que lo llevaron a cumplimentar la acción delictual.-
Y aunque la tendencia del “progresismo” ha sido acérrima enemiga del concepto de peligrosidad, creo que  hay que tenerlo muy en cuenta. Pues la peligrosidad no es tampoco una “sensación”. Es una realidad. Y en mi sentir, existen peligrosidades que pueden ser neutralizadas mediante procedimientos terapéuticos y otras que no. Lamentablemente no, en lo absoluto. No creo que el tristemente celebre Petiso Orejudo hubiese podido ser neutralizado en su atroz peligrosidad, por dar un ejemplo.-
Hace pocos días un niño discapacitado fue atacado ferozmente por sus compañeros de escuela. El atroz accionar merece ser estudiado cuidadosamente a fin de determinar qué suerte de enorme patología, ínsita en esos cerebros atacantes lo produjo. Pero, de cualquier forma, sea neutralizable o no, hubo y hay peligrosidad, y mucha, y es suicida querer negarlo.-
Si se condenase al menor y debiese ser privado de su libertad, no puede ir a una cárcel común, porque seria como profundizar en el mismo Infierno la situación del condenado.-
En todo caso debe ser llevado a un instituto especial, manejado por profesionales de ciencias especializadas. Si debe haber una guardia armada debe estar  fuera de un lejano perímetro invisible para los internos.-
Y si se comprobase responsabilidad de padres, educadores, o de cualquier otro mayor, el Derecho debe hallar la forma mas eficaz de hacerla efectiva. En esto no deben admitirse letras muertas.-

Lo que antecede es una escueta síntesis de lo que siempre creí, escribí, dije en alguna charla, y hasta creo que publiqué en el blog del IOPI. (no estoy muy seguro de esto último pues han pasado bastantes años).-
De cualquier forma, ante lo inoportuno de plantear la cuestión en lo emocional de un clima electoral en el que la principal indignada preocupación de los electores  es la inseguridad, convienen éstas aclaraciones para que se actúe como lo que debe ser, tanto  en el todo como en cada una de sus partes: una cuestión de Estado que merezca trato de cuestión de Estado.-

Alberto Néstor Cafetzoglus.