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Dr. Alberto Cafetzóglus |
Es sabido que la ideología es un conjunto de ideas de una
persona o de un conjunto de ellas, que dice ver las cosas de determinada
manera, es decir, ofrece un punto de vista particular sobre la realidad desde
el que se enjuicia lo existente. Con ello se esgrime una alternativa que
procura acercar el sistema real existente al sistema ideal pretendido. La
cuestión ideológica es muy preocupante para alguien que como yo suma, a su
condición de ciudadano común, la de abogado que, por lo tanto, cree que la
sujeción al Derecho, sustancialmente acorde con lo ético, es el único camino de
la convivencia pacífica y de la ruta al mejoramiento humano.-
Consecuentemente creo que los “ismos”
y otras yerbas locas de la política, deben ser analizadas en consciencia para
poder hacer catarsis de ellas, paso indispensable para que se tome de una vez
el buen camino, teniendo en cuenta que la aplicación funcional del Derecho en
uno de los poderes de la aspiración republicana, no es un compartimiento
estanco, sino que está íntimamente interrelacionada con todo el funcionamiento
de la sociedad.-
Así las cosas, es del caso
comenzar a profundizar el tema de la ideología, sus derivaciones y sus
consecuencias.-
El origen del conjunto de ideas
mencionado al principio, se ubica en determinada corriente filosófica, y suele
asumir una versión muy simplificada y distorsionada, por falsa creencia, de la
filosofía original.-
Así la ideología, suele por regla
asumir un carácter insincero cuando el pensamiento filosóficamente primo se
distorsiona y se convierte en “ismo”.-
En esa distorsión habita el
interés personal acorde a necesidades que sustentan socialmente ese
pensamiento. Y también por regla se disocia de la realidad porque la manipula
apuntando al propio interés.-
Así entonces el “ismo” debe
analizarse centrándose más en su lógica degradada que en la filosofía
original.-
Cualquier ideología se ve a sí
misma como depositaria de las ideas que pueden resolver cualquier problema de
la sociedad, presente o futuro, lo que las convierte en algo dogmatico, pues se
cierra en si misma respecto de las ideas de los demás.(Síntesis de conceptos
básicos extraída de Enciclopedia Wikipedia, de Google).-
Puntualizados los conceptos básicos
que anteceden, es posible desarrollar las conclusiones ínsitas en el título de
éste artículo.-
Es materia central del mismo el
ideologismo del terrorismo setentista porque, como es sabido no solo generó una
guerra civil sino que, a partir del gobierno constitucional presidido por Cámpora,
y luego por Perón, intentó introducirse dentro del orden constitucional para
subvertirlo desde su interior previo colocarse en una posición de izquierda, aparentemente
democrática, dentro del movimiento peronista. (Perón denominó a eso
“entrismo”). Si bien tal tentativa se frustró provocando la plenitud de la
guerra, concluido el llamado Proceso y vueltos los gobiernos constitucionales, de
alguna manera el llamado “entrismo” por el difunto General fue teniendo
crecientes grados de éxito.-
Creo que es innegable que todos
los grupos armados terroristas que desde los años sesenta en adelante actuaron,
más allá de supuestas diferencias de sus ideologismos y de cuestiones relativas
a lo táctico, apuntaban a establecer en la Argentina un Estado marxista.-
Quizás dentro de los matices, prevaleció
el modelo de la Cuba de los Castro y de Guevara, con su pretensión de
exportarlo a otros países, especialmente de Latinoamérica, y particularmente
aquí, a la Argentina.
La metodología principal fue la
violencia armada, abierta, declarada y ejecutada diariamente.-
Pero, visualizando que el
peronismo, en palabras de su propio jefe y fundador, fue desde sus comienzos, ante
todo un Movimiento, abarcador desde la izquierda a la derecha, se concibió la
idea del “entrismo”, es decir, actuar dentro del mismo y hacer de Perón el jefe
revolucionario de la idea marxista a fin de implantarla desde el importantísimo
polo de poder que él representaba.-
Pero erraron en el análisis de
las convicciones de Perón que no tenían nada que ver con el marxismo; fueron
echados de la Plaza de Mayo, con lo que fue archivada la idea de la metodología
del “entrismo”, y se retomó la lucha armada con máxima violencia, ésta vez
contra un gobierno constitucional que ordenó a sus FFAA la eliminación de las
fuerzas terroristas.-
La actividad militar
contraterrorista en pos de ese objetivo se desarrolló exitosamente por el
gobierno constitucional hasta principios de 1976, y luego de ese momento, también
exitosamente por las FFAA que de hecho se hicieron cargo del gobierno del
país.-
La guerra contra el terrorismo
fue finalmente ganada. Pero es de destacar que, cuando la principal fuerza
terrorista, Montoneros, que quedaba con una cierta operatividad residual fue
consciente de la derrota en el terreno militar, desempolvaron un “entrismo”
aggiornado, pactando con el ex jefe de la Armada y ex integrante de la Junta
Militar, Emilio Massera. (Ver “Montoneros, Soldados de Massera”, de Carlos
A.Manfroni, Ed.Sudamericana, 2012).-
En ése “entrismo” aggiornado, pareciera
que por el lado de Massera su motivación fue su enorme ambición de poder: quería
ser el nuevo Perón, para lo que habría jugado cartas de todo tipo. Por el lado
de Montoneros habría prevalecido el móvil de entrar en el poder si Massera lograba
ganar las próximas elecciones, quizás para salvar algo del desastre, y quizás
para gozar de las mieles de ese poder que vendría, polifacéticas y abarcativas
de todo lo que se imaginaba como gratificante. En éste punto, pareciera que el
interés personal se hizo mucho mas bastardo de lo que pudo haber sido
originalmente y la manipulación de la realidad habría alcanzado un muy alto
grado.-
Los sueños de poder dentro de lo
constitucional de Massera, es sabido que no prosperaron, pero el “entrismo”
subsistió, como se verá.-
Varios personajes que militaron
principalmente en Montoneros se ubicaron en puestos gubernamentales mostrando
apariencias democráticas y de respeto al sistema de Derecho, fenómeno que
ocurrió desde 1983 hasta el presente.-
Esto se acentuó en los gobiernos
kirchneristas con la particularidad de que el “entrismo” fue fomentado por
aquellos personajes con indiscutible
militancia en el terrorismo de los setenta ocuparon importantes cargos públicos; se exaltó la ostentación de los
derechos humanos (eso sí, en forma sesgada como se demuestra por el
incumplimiento del Estatuto de Roma); se llenó de beneficios a una fracción de
Madres de Plaza de Mayo y de Abuelas de Plaza de Mayo; se indemnizó a los ex
terroristas; se exaltó a figuras del ideologismo terrorista como Guevara haciéndolas
aparecer como supuestos héroes; a quien disintiese se lo trató como enemigo
negando de hecho la realidad de que esas personas constituyen más del cuarenta
por ciento del electorado; se impuso una metodología legislativa de no dialogo
con la oposición; se puso en marcha una actividad permanente de manejar al
Poder Judicial. Para ello se usaron todos los medios, incluso generar dentro de
él una parcialidad adherente al “ismo” gobernante; se pretende cambiar la
legislación civil y penal inyectándolas del mismo “ismo”; la economía va siendo
estatizada cada vez mas conforme al fracasado modelo soviético; las FFAA y las
FF de Seguridad fueron sistemáticamente descalificadas y pauperizadas; la
educación pública fue degradada en forma sistemática convirtiéndola en la
antítesis de aquella que nos distinguiera con orgullo entre las naciones; se
creó un clientelismo asalariado que asegura el voto y que acrecienta
acentuadamente la pobreza y la no inclusión; se estrechó amistades
internacionales con naciones de “ismos” terroristas en tanto se renegó (al
menos en el discurso) de las que están en la vereda de enfrente de aquellas; en
materia de seguridad, todo el aparato fue insuflado cada vez mas y sin pausa
del progresismo que apunta al abolicionismo, dos “ismos” nefastos que aupan al
delincuente y desprotegen a la gran mayoría de los habitantes que no lo son. Esto
ha generado, entre otras calamidades que el país haya pasado de ser de un lugar
de tránsito de drogas prohibidas, a uno de recepción, fabricación, exportación
y alto consumo de las mismas, con instalación de cárteles, mafias, y altos
índices de corrupción; luego del sistemático destrato a FFAA y de Seguridad hoy
se ha logrado que el Jefe del Ejercito proclame sin el menor rubor que quiere y
trabaja por lograr que la fuerza armada forme parte del proyecto del gobierno. No
es necesario mayor reflexión para entender que se pretende que salga de su
deber legal, que consiste en la defensa de todos sus mandantes, que son la
totalidad del pueblo del país, para asumir la del aparente “ismo” de la
parcialidad del gobierno. Es de tener muy presente el muy trágico precedente
histórico de Hitler obteniendo que todas las fuerzas armadas de Alemania le
prestaran juramento de lealtad a él. También hay que tener muy presente en qué
terminó esa adhesión al “ismo” nazi que
aquel encarnaba como su máxima expresión; finalmente y para no seguir con una
larga casuística, se ha logrado, en resumen la destrucción moral del país, cosa que luminosamente ha explicado
Carlos Mira.(Ver su artículo titulado “La Destrucción Moral”, por Carlos Mira, que
ha circulado recientemente. Fuente: thepostarg.com).-
Vistos los productos que se
describen y enumeran arriba, es mi creencia que quienes perdieron la guerra con
las armas en la mano, lograron mediante el “entrismo” salirse con la suya, desde
que desde gobiernos constitucionales fueron induciendo, cada vez más, su ideologismo.
Este logro se manifestó en su máxima expresión en la última década tras el
discurso del “relato”, expresado fervorosamente por quienes, es curioso, durante
la guerra no estuvieron con las armas en la mano sino ejerciendo lucrativamente
la abogacía y el comercio en el lejano sur.-
La actividad lucrativa se habría
mantenido paralelamente al ejercicio de la función pública, comprendiendo
además a una pluralidad de colaboradores y demás personas vinculadas.-
A la vista de todo esto parecería
que en el “ismo” del relato el carácter insincero se habría acentuado
intensamente. Y que todas las manifestaciones consecuentes de carácter negativo
exteriorizan con toda claridad el uso de la lógica degradada en forma sistemática.-
De igual forma que el obcecado
cerramiento en sí mismo, que genera enemigos donde no los hay y que impide el
dialogo constructivo, es otra marca indeleble que tipifica el “ismo”.-
Las otras “yerbas” locas que se anticipan en el titulo son las consecuencias
del “ismo”, cualquiera sea éste. En el que se ha visto aquí, se exteriorizan en
las acciones ejecutadas que se han enumerado arriba.-
Pero además, en mi humilde modo
de ver, hay algo que permite hablar de locura, tomado el término no en el
sentido estricto de la psiquiatría sino en sentido amplio. Esta “locura”
consiste en perder de vista la limitación del pensamiento humano. La limitación
se da porque el mismo, en su naturaleza intrínseca está formado por conjeturas
que, si bien algunas se comprueban experimentalmente, muchísimas no; y además
en que ese pensar, ese conjeturar, si bien se extiende permanentemente, desplaza
las incógnitas primera y última de la vida sin resolverlas jamás.-
Los “ismos” carecen absolutamente
de la consciencia de esa tremenda limitación del pensamiento, y contrariándola
lo exaltan totalmente con absoluta
soberbia, soberbia que desde el Génesis viene siendo señalada. Aunque sus
creadores e instrumentadores posiblemente no tengan consciencia de ello, pareciera
que todos tienen algo de solipsismo, postura que niega la realidad del universo
circundante y afirma la existencia única del sujeto pensante y sus
representaciones.-
Pensar nos es indispensable a los
humanos para manejarnos a través de la vida lo mejor posible. Pero crear
dogmatismos que pretenden imponerse al otro de una u otra manera acallándolo y sometiéndolo,
es la equivocación mayor. Y sin embargo, la Humanidad a lo largo de su
historia, siempre ha tropezado con la misma piedra.-
Hagamos pues catarsis para
desembarazarnos de esa persistente locura.-
Alberto Néstor Cafetzóglus
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