sábado, 10 de mayo de 2014

HOMBRE, NORMAS, DEGRADACION SOCIAL Y DELITO.-

Dr. Alberto Cafetzóglus
Es bueno recordar que la sociedad humana está constituida por hombres. Parece una perogrullada, y quizá lo sea. Pero hay en la cotidianeidad de la relación con las cosas un fenómeno psicológico de olvido de las estructuras esenciales. El pan que comemos a diario, por ejemplo, es algo para comer y nada más que eso, y queda en el olvido  que está constituido por elementos que vienen de vegetales que se cosechan y se manufacturan para servirlos a la mesa; los individuos con los que nos relacionamos en el día a día, son  personas con los que intercambiamos esto o aquello, de cualquier naturaleza, con la atención prioritariamente puesta en el objeto del intercambio. 

La condición humana, a la que estamos tan acostumbrados como al pan, por presupuesta, queda generalmente en la periferia.-
Y así ocurre que, cuando debemos mantenernos dentro de la necesaria organización social, no se enfoca con la profundidad y rigurosidad que se necesita al protagonista esencial de aquella, que es el hombre. Dejamos que “eso” quede en manos de pequeños círculos de investigación, o de quienes se ponen a querer gobernar, sea ello por mecanismos democráticos o de fuerza, fuerza que puede manifestarse bruta y frontal, o bien disimularse haciéndonos creer que coparticipamos en la forma democrática.-
En cualquiera de éstos dos últimos casos somos “súbditos” aunque en la hipótesis del disimulo no tengamos  una cabal, generalizada, y profunda comprensión de ello.-
Todavía en la ex URSS hay mucha gente que añora el gobierno brutal de Stalin; gran parte de los habitantes de la Alemania de entonces y de  países satélites , se sentían felices de ser manejados y conducidos de modo absoluto por Hitler; y en varias teocracias del Oriente musulmán los jefes ejercen la autoridad total como señores de horca y cuchillo sobre grandes cantidades de población y con pocas resistencias marginadas y acalladas; más cerca tenemos los tremendos fenómenos de Cuba y Venezuela como muestras equivalentes. Y algunos seguidores más “light”.-
Esas sumisiones que complacen a muchos, complacencias sin las cuales probablemente las mismas no habrían sido y no serian posibles, están directamente relacionadas con el hombre y con lo qué es el hombre.-
Sería bueno que cada uno de nosotros, supiésemos lo mas aproximadamente posible qué y cómo somos, para que no haya lugar a pensamientos mágicos que nos induzcan a error, o a planes y practicas encaminadas a explotar nuestras debilidades y apetencias con la deliberada, pero no confesada finalidad de que nos comportemos como ganado.-
Para ello es necesario que nos eduquemos a nosotros mismos, y que prioricemos la necesidad de educar a las generaciones que vienen tras nuestro, primero desde la familia y luego desde las instituciones educativas de todos los grados.
En general nos olvidamos que evolutivamente tenemos tres cerebros: a)-el reptiliano, el primero en antiguedad, el mas animal, dueño de las acciones impensadas tendientes a saciar nuestras necesidades vitales básicas; b)-el límbico, segundo en aparecer, donde están las emociones, miedo, amor, rabia, celos, necesidad de vivir en sociedad, y los recuerdos arrancando desde los más elementales y primitivos; c)-el neocortex o cerebro racional. Este tercero, es el más nuevo en la evolución, de ahí la antelación de la expresión “neo”=nuevo. Aquí se desarrolla la conciencia, la capacidad de controlar las emociones y el desarrollo de las capacidades cognitivas.-
Los dos primeras tienen más que ver con la animalidad, mientras que el tercero podría decirse que es la nota típica de la condición humana.-
En el hombre primitivo o “salvaje” u “homo natura” es obvio que actúan principalmente los dos cerebros mas antiguos. Y como nos recuerda Mira y López, aquel es movido “por los ingentes impulsos de preservación y expansión en su ser, que constituyen los complejos dispositivos defensivo-ofensivos y procreadores vulgarmente conocidos bajo el calificativo de instintos de conservación y de reproducción. Estos se acusan a cada momento en nosotros primero en forma de leves ”deseos”, luego de claras “ganas”, y más tarde, si no son a tiempo satisfechos, de imperiosas e impulsivas “necesidades” de huida, de ataque o de posesión”(Emilio Mira y López “Cuatro Gigantes del Alma”,pag.10,Ed.Lidium,Bs.As.1988).-
Cuando vemos día a día lo que ocurre en el mundo del delito, en todas sus gamas, no nos podemos engañar. No se trata de una “sensación” ni de un ser que ha nacido bueno y la sociedad lo hace malo como se nos ha mentido y se quiere seguir mintiendo, sino de una realidad biológica que se muestra con las más oscuras, primitivas y poderosas fuerzas en acción.-
Esta realidad está en todos nosotros, desde los más humildes a los más poderosos integrantes de la sociedad, abarcativa de gobernantes y gobernados; y por lo tanto resulta que, bajo determinadas circunstancias todos podemos ser delincuentes. (Ese fue el tema-tesis de una película francesa que vi siendo un joven estudiante titulada “Somos todos asesinos”).-
Para que éstas fuerzas  oscuras, primitivas y poderosas no actúen caóticamente en el planeta generando el imperio de aquello de que “el hombre es el lobo del hombre”, es indispensable la existencia de un sistema normativo que sirva o ayude, según expresa Paul Johnson, a “enjaular la bestia”.(“La Historia del Cristianismo”, autor citado,pag.581,Javier Vergara Editor,1991).-
Ese objetivo lo cumple o intenta cumplir ante todo la norma moral. Y si ella no es suficiente, la norma jurídica que prevé sanciones para el acto antijurídico, creando órganos estatales que tienen el monopolio de la fuerza.-
Respecto de la primera dice Alexis Carrel: “La actividad moral es equivalente a la aptitud que el hombre posee para imponerse a si mismo una regla de conducta, para escoger entre varios actos posibles aquellos que él considera buenos para librarse  de su propio egoísmo y de su maldad”.(“La Incógnita del Hombre”, autor citado,pag.140,Joaquin Gil,Editor,Barcelona,1937).-
La Argentina es el reino de la anomia, y esto ha sido señalado y publicitado con precisas observaciones  e inobjetables razonamientos por escritores muy respetables como Nino, y como Mira entre otros.-
Pero hay que apuntar que no solo tiene la culpa el chancho sino quizás en igual o mayor grado quien le da de comer.-
¿A cuántos de los electores que durante décadas y décadas hemos elegido representantes nos interesa como valor primero para decidir nuestro voto, la supremacía del sistema normativo, los valores distintivos entre lo bueno y lo malo visualizando a los candidatos y sus propuestas?
¿No son quizás muchos los que resignan el trabajo y el esfuerzo del ejercicio de la libertad por la preferencia cómoda de entregar el poder al líder, al “jefe”, que por alguna cuestión de pensamiento mágico se considera providencial?¿No se advierte que esa forma de designación estimula al elegido a sentir que puede “ir por todo”?
Tanto en éste acto tan importante y trascendental, como cuando se cruza con el automóvil con la luz roja, o se toma velozmente la banquina para avanzar en una ruta embotellada, como en tantas acciones que priorizan al que las ejecuta en desmedro de sus semejantes, lo primero que está fallando es el sentido moral, sea porque la norma no ha sido elaborada, sea porque despreciándola se la quebranta.-
¿Qué es lo que ha fallado en ésta escalada de amoralidad, de anomia, de antijuridicidad?
Creo que nada mas y nada menos que la educación. Primero la familiar, pues donde se falla dentro de la familia en la formación de valores y de normas de conducta, poco o nada pueden hacer la escuela y las universidades y demás institutos u organismos.-
Y segundo la que está a cargo del Estado, sea por los institutos estatales, sea por los que debe de alguna manera fiscalizar.-
Si en lugar de insuflar valores con contenido ético se enseña ideas que parten de “ismos” perversos generadores de anarquía y de caos, y por tanto facilitadores de la condición de ganado para ser arreado, la supuesta “educación” produce un resultado igualmente perverso que es la antítesis de lo que debe ser.-
Y si mas allá de las tareas específicamente docentes, los que tienen la responsabilidad de dirigir y formar, en todas los grados de la tarea, desde los más superiores a los mas inferiores, (es decir, ”gobernar” tomado el vocablo en sentido amplio),descartan el buen ejemplo por la demagogia, la mentira sistemática, la violencia en todo y los intereses bastardos, es decir, en suma, el hacer a un lado las normas morales y las jurídicas, éste mensaje se inscribe en la capacidad cognitiva del tercer cerebro y el resultado es la amoralidad, la anomia, los modos más o menos anárquicos de la vida social, la corrupción, la violencia y la antijuridicidad en las formas delictuales del Derecho Penal y en las formas extrapenales del resto del sistema de derecho tiñendo nuestras conductas.-
Reconozcamos nuestras realidades y partiendo de ellas encaremos la recuperación a partir de ese reconocimiento. De lo contrario, siempre volveremos a tropezar con la misma piedra.-

Alberto Néstor Cafetzoglus