domingo, 12 de enero de 2014

DE “ISMOS” Y OTRAS YERBAS LOCAS DE LA VIDA DE LA SOCIEDAD.-

Dr. Alberto Cafetzóglus
Es sabido que  la ideología es un conjunto de ideas de una persona o de un conjunto de ellas, que dice ver las cosas de determinada manera, es decir, ofrece un punto de vista particular sobre la realidad desde el que se enjuicia lo existente. Con ello se esgrime una alternativa que procura acercar el sistema real existente al sistema ideal pretendido. La cuestión ideológica es muy preocupante para alguien que como yo suma, a su condición de ciudadano común, la de abogado que, por lo tanto, cree que la sujeción al Derecho, sustancialmente acorde con lo ético, es el único camino de la convivencia pacífica y de la ruta al mejoramiento humano.-

Consecuentemente creo que los “ismos” y otras yerbas locas de la política, deben ser analizadas en consciencia para poder hacer catarsis de ellas, paso indispensable para que se tome de una vez el buen camino, teniendo en cuenta que la aplicación funcional del Derecho en uno de los poderes de la aspiración republicana, no es un compartimiento estanco, sino que está íntimamente interrelacionada con todo el funcionamiento de la sociedad.-
Así las cosas, es del caso comenzar a profundizar el tema de la ideología, sus derivaciones y sus consecuencias.-
El origen del conjunto de ideas mencionado al principio, se ubica en determinada corriente filosófica, y suele asumir una versión muy simplificada y distorsionada, por falsa creencia, de la filosofía original.-
Así la ideología, suele por regla asumir un carácter insincero cuando el  pensamiento filosóficamente primo se distorsiona y  se convierte en “ismo”.-
En esa distorsión habita el interés personal acorde a necesidades que sustentan socialmente ese pensamiento. Y también por regla se disocia de la realidad porque la manipula apuntando al propio interés.-
Así entonces el “ismo” debe analizarse centrándose más en su lógica degradada que en la filosofía original.-
Cualquier ideología se ve a sí misma como depositaria de las ideas que pueden resolver cualquier problema de la sociedad, presente o futuro, lo que las convierte en algo dogmatico, pues se cierra en si misma respecto de las ideas de los demás.(Síntesis de conceptos básicos extraída de Enciclopedia Wikipedia, de Google).-
Puntualizados los conceptos básicos que anteceden, es posible desarrollar las conclusiones ínsitas en el título de éste artículo.-
Es materia central del mismo el ideologismo del terrorismo setentista porque, como es sabido no solo generó una guerra civil sino que, a partir del gobierno constitucional presidido por Cámpora, y luego por Perón, intentó introducirse dentro del orden constitucional para subvertirlo desde su interior previo colocarse en una  posición de izquierda, aparentemente democrática, dentro del movimiento peronista. (Perón denominó a eso “entrismo”). Si bien tal tentativa se frustró provocando la plenitud de la guerra, concluido el llamado Proceso y vueltos los gobiernos constitucionales, de alguna manera el llamado “entrismo” por el difunto General fue teniendo crecientes grados de éxito.-
Creo que es innegable que todos los grupos armados terroristas que desde los años sesenta en adelante actuaron, más allá de supuestas diferencias de sus ideologismos y de cuestiones relativas a lo táctico, apuntaban a establecer en la Argentina un Estado marxista.-
Quizás dentro de los matices, prevaleció el modelo de la Cuba de los Castro y de Guevara, con su pretensión de exportarlo a otros países, especialmente de Latinoamérica, y particularmente aquí, a la Argentina.
La metodología principal fue la violencia armada, abierta, declarada y ejecutada diariamente.-
Pero, visualizando que el peronismo, en palabras de su propio jefe y fundador, fue desde sus comienzos, ante todo un Movimiento, abarcador desde la izquierda a la derecha, se concibió la idea del “entrismo”, es decir, actuar dentro del mismo y hacer de Perón el jefe revolucionario de la idea marxista a fin de implantarla desde el importantísimo polo de poder que él representaba.-
Pero erraron en el análisis de las convicciones de Perón que no tenían nada que ver con el marxismo; fueron echados de la Plaza de Mayo, con lo que fue archivada la idea de la metodología del “entrismo”, y se retomó la lucha armada con máxima violencia, ésta vez contra un gobierno constitucional que ordenó a sus FFAA la eliminación de las fuerzas terroristas.-
La actividad militar contraterrorista en pos de ese objetivo se desarrolló exitosamente por el gobierno constitucional hasta principios de 1976, y luego de ese momento, también exitosamente por las FFAA que de hecho se hicieron cargo del gobierno del país.-
La guerra contra el terrorismo fue finalmente ganada. Pero es de destacar que, cuando la principal fuerza terrorista, Montoneros, que quedaba con una cierta operatividad residual fue consciente de la derrota en el terreno militar, desempolvaron un “entrismo” aggiornado, pactando con el ex jefe de la Armada y ex integrante de la Junta Militar, Emilio Massera. (Ver “Montoneros, Soldados de Massera”, de Carlos A.Manfroni, Ed.Sudamericana, 2012).-
En ése “entrismo” aggiornado, pareciera que por el lado de Massera su motivación fue su enorme ambición de poder: quería ser el nuevo Perón, para lo que habría jugado cartas de todo tipo. Por el lado de Montoneros habría prevalecido el móvil de entrar en el poder si Massera lograba ganar las próximas elecciones, quizás para salvar algo del desastre, y quizás para gozar de las mieles de ese poder que vendría, polifacéticas y abarcativas de todo lo que se imaginaba como gratificante. En éste punto, pareciera que el interés personal se hizo mucho mas bastardo de lo que pudo haber sido originalmente y la manipulación de la realidad habría alcanzado un muy alto grado.-
Los sueños de poder dentro de lo constitucional de Massera, es sabido que no prosperaron, pero el “entrismo” subsistió, como se verá.-
Varios personajes que militaron principalmente en Montoneros se ubicaron en puestos gubernamentales mostrando apariencias democráticas y de respeto al sistema de Derecho, fenómeno que ocurrió desde 1983 hasta el presente.-
Esto se acentuó en los gobiernos kirchneristas con la particularidad de que el “entrismo” fue fomentado por aquellos personajes  con indiscutible militancia en el terrorismo de los setenta ocuparon importantes cargos  públicos; se exaltó la ostentación de los derechos humanos (eso sí, en forma sesgada como se demuestra por el incumplimiento del Estatuto de Roma); se llenó de beneficios a una fracción de Madres de Plaza de Mayo y de Abuelas de Plaza de Mayo; se indemnizó a los ex terroristas; se exaltó a figuras del ideologismo terrorista como Guevara haciéndolas aparecer como supuestos héroes; a quien disintiese se lo trató como enemigo negando de hecho la realidad de que esas personas constituyen más del cuarenta por ciento del electorado; se impuso una metodología legislativa de no dialogo con la oposición; se puso en marcha una actividad permanente de manejar al Poder Judicial. Para ello se usaron todos los medios, incluso generar dentro de él una parcialidad adherente al “ismo” gobernante; se pretende cambiar la legislación civil y penal inyectándolas del mismo “ismo”; la economía va siendo estatizada cada vez mas conforme al fracasado modelo soviético; las FFAA y las FF de Seguridad fueron sistemáticamente descalificadas y pauperizadas; la educación pública fue degradada en forma sistemática convirtiéndola en la antítesis de aquella que nos distinguiera con orgullo entre las naciones; se creó un clientelismo asalariado que asegura el voto y que acrecienta acentuadamente la pobreza y la no inclusión; se estrechó amistades internacionales con naciones de “ismos” terroristas en tanto se renegó (al menos en el discurso) de las que están en la vereda de enfrente de aquellas; en materia de seguridad, todo el aparato fue insuflado cada vez mas y sin pausa del progresismo que apunta al abolicionismo, dos “ismos” nefastos que aupan al delincuente y desprotegen a la gran mayoría de los habitantes que no lo son. Esto ha generado, entre otras calamidades que el país haya pasado de ser de un lugar de tránsito de drogas prohibidas, a uno de recepción, fabricación, exportación y alto consumo de las mismas, con instalación de cárteles, mafias, y altos índices de corrupción; luego del sistemático destrato a FFAA y de Seguridad hoy se ha logrado que el Jefe del Ejercito proclame sin el menor rubor que quiere y trabaja por lograr que la fuerza armada forme parte del proyecto del gobierno. No es necesario mayor reflexión para entender que se pretende que salga de su deber legal, que consiste en la defensa de todos sus mandantes, que son la totalidad del pueblo del país, para asumir la del aparente “ismo” de la parcialidad del gobierno. Es de tener muy presente el muy trágico precedente histórico de Hitler obteniendo que todas las fuerzas armadas de Alemania le prestaran juramento de lealtad a él. También hay que tener muy presente en qué terminó esa adhesión al  “ismo” nazi que aquel encarnaba como su máxima expresión; finalmente y para no seguir con una larga casuística, se ha logrado, en resumen la destrucción moral  del país, cosa que luminosamente ha explicado Carlos Mira.(Ver su artículo titulado “La Destrucción Moral”, por Carlos Mira, que ha circulado recientemente. Fuente: thepostarg.com).-
Vistos los productos que se describen y enumeran arriba, es mi creencia que quienes perdieron la guerra con las armas en la mano, lograron mediante el “entrismo” salirse con la suya, desde que desde gobiernos constitucionales fueron induciendo, cada vez más, su ideologismo. Este logro se manifestó en su máxima expresión en la última década tras el discurso del “relato”, expresado fervorosamente por quienes, es curioso, durante la guerra no estuvieron con las armas en la mano sino ejerciendo lucrativamente la abogacía y el comercio en el lejano sur.-
La actividad lucrativa se habría mantenido paralelamente al ejercicio de la función pública, comprendiendo además a una pluralidad de colaboradores y demás personas vinculadas.-
A la vista de todo esto parecería que en el “ismo” del relato el carácter insincero se habría acentuado intensamente. Y que todas las manifestaciones consecuentes de carácter negativo exteriorizan con toda claridad el uso de la lógica degradada en forma sistemática.-
De igual forma que el obcecado cerramiento en sí mismo, que genera enemigos donde no los hay y que impide el dialogo constructivo, es otra marca indeleble que tipifica el “ismo”.-
Las otras “yerbas” locas que se anticipan en el titulo son las consecuencias del “ismo”, cualquiera sea éste. En el que se ha visto aquí, se exteriorizan en las acciones ejecutadas que se han enumerado arriba.-
Pero además, en mi humilde modo de ver, hay algo que permite hablar de locura, tomado el término no en el sentido estricto de la psiquiatría sino en sentido amplio. Esta “locura” consiste en perder de vista la limitación del pensamiento humano. La limitación se da porque el mismo, en su naturaleza intrínseca está formado por conjeturas que, si bien algunas se comprueban experimentalmente, muchísimas no; y además en que ese pensar, ese conjeturar, si bien se extiende permanentemente, desplaza las incógnitas primera y última de la vida sin resolverlas jamás.-
Los “ismos” carecen absolutamente de la consciencia de esa tremenda limitación del pensamiento, y contrariándola lo exaltan totalmente con  absoluta soberbia, soberbia que desde el Génesis viene siendo señalada. Aunque sus creadores e instrumentadores posiblemente no tengan consciencia de ello, pareciera que todos tienen algo de solipsismo, postura que niega la realidad del universo circundante y afirma la existencia única del sujeto pensante y sus representaciones.-
Pensar nos es indispensable a los humanos para manejarnos a través de la vida lo mejor posible. Pero crear dogmatismos que pretenden imponerse al otro de una u otra manera acallándolo y sometiéndolo, es la equivocación mayor. Y sin embargo, la Humanidad a lo largo de su historia, siempre ha tropezado con la misma piedra.-
Hagamos pues catarsis para desembarazarnos de esa persistente locura.-

Alberto Néstor Cafetzóglus